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Authors: James Luceno

Tags: #Aventuras, #Ciencia ficción

Agentes del caos I: La prueba del héroe (13 page)

BOOK: Agentes del caos I: La prueba del héroe
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—… los registros imperiales no contienen mención alguna a los yuuzhan vong. Aunque ahora se sabe que el emperador Palpatine mandó a las Regiones Desconocidas al Gran Almirante Thrawn, que era un chiss, al enterarse de que los chiss reforzaban sus defensas ante la amenaza de invasión de un agresor desconocido.

Sovv y el resto de los comandantes se tomaron un tiempo en consultarse unos a otros.

—¿Sugiere que los yuuzhan vong pudieron ser ese agresor? —preguntó finalmente Sovv.

—Si pudiéramos establecer contacto directo con el chiss lo sabríamos con seguridad —dijo Sarreti—, pero Jag Fel no tiene ningún interés en servir de enlace, y ningún intento de comunicación con Nirauan ha obtenido respuesta.

—¿Ha intentado enviar una nave? —preguntó A’baht.

Sarreti sonrió.

—¿Lo ha intentado usted, general? —cuando A’baht respondió con una mueca, el moff añadió—: No tenemos intención de entrar en espacio chiss sin invitación, arriesgándonos a librar una guerra en dos frentes.

—Entendido, moff Sarreti —dijo Sovv, asintiendo sombrío. Miró a Legorburu—. Proceda con la reunión, coronel.

Legorburu proyectó una vista del Brazo Tingel en la mesa luminosa.

—Los yuuzhan vong están empleando Tingel Central como punto de encuentro y cuartel general. Las fuerzas de reconocimiento enviadas a los sectores cercanos, tanto aquí como en las colonias trianii, y aquí, en Dathomir, han detectado una presencia creciente de naves considerablemente mayores.

—Quiero cifras —dijo A’baht.

Legorburu asintió con la cabeza en dirección al tamariano Ayddar Nylykerka, analista jefe de recursos durante la crisis yevethana, y ahora director del Servicio de Inteligencia de la Flota.

—Basándonos en los datos que ahora tenemos, calculamos que la flota de los yuuzhan vong asciende a mil naves capitales, agrupadas en fuerzas y flotillas, que comprenden entre veinticinco y setenta y cinco naves.

Sovv y el resto intercambiaron miradas de asombro.

—Puede que a los presentes les agrade saber que el Senado ha ratificado el Acta de Reclutamiento Universal —añadió Nylykerka rápidamente—, y que los astilleros de Kuat, Bilbringi, Sluis Van y Fondor esperan duplicar su producción de cruceros pesados para finales del próximo año.

—El próximo año —repitió Sovv—. Para entonces tendremos a los yuuzhan vong sentados en nuestros regazos.

—Sí, señor, pero la cantidad actual de cruceros de batalla mon calamari clase Mediator, de cruceros de asalto bothanos y de defensores estelares corellianos de clase Viscount es suficiente para enfrentarnos a los yuuzhan vong en multitud de frentes.

Sovv asintió.

—¿En qué se parecen las naves enemigas a las nuestras?

Nylykerka contempló sus apuntes.

—Si hablamos en términos de tamaño y armamento, la flota se compone de análogos en naves bélicas. Cruceros, destructores, transportes de tropas, fragatas, corbetas y artilleros, además de los análogos a nuestros cazas, conocidos como coralitas. Los informes de reconocimiento indican que las naves yuuzhan vong que han llegado recientemente son comparables en tamaño y potencial armamentístico a los destructores estelares clase Súper.

La mesa luminosa proyectó un ejemplo de nave yuuzhan vong.

—Ésta es la nave de mando de Obroa-Skai —dijo Nylykerka—. Gran cantidad de zonas de su superficie de coral yorik son capaces de generar una energía destructora equiparable a la que emiten nuestros turboláseres o cañones de iones más potentes. La nave no tiene un sistema de escudos como tal, sino que emplea anomalías gravitatorias para absorber o rechazar cualquier proyectil que se acerque a ella. Las anomalías son controladas por dispositivos orgánicos llamados dovin basal, que también combinan las funciones de motores retropropulsores, de subluz y de hiperespacio.

Nylykerka empleó un puntero láser para señalar los delgados objetos que se proyectaban a proa y popa de la nave nodriza.

—Los brazos también están equipados con cañones de plasma, sellados en la punta con válvulas orgánicas de tres hojas. Y lo que es más, cada una lleva el equivalente a un escuadrón de coralitas, igualmente equipados con escudos y capaces de lanzar tanto proyectiles como plasma. En principio pensábamos que los coralitas se manejaban a distancia, como los viejos cazas droides de la Federación de Comercio o los CCIRs de la Corporación Loronar, pero lo cierto es que se pilotan individualmente. Al menos hasta cierto punto. Quiero decir que, al parecer, las estrategias de combate son dirigidas por una criatura llamada yammosk, o Coordinador Bélico, que hace las veces de ordenador biológico de análisis de batalla.

El puntero láser señaló las irregularidades del casco de la nave nodriza.

No hemos podido determinar por qué algunas porciones de la nave son regulares. Sin embargo, ciertas marcas observadas en las zonas pulidas sugieren similitudes en los símbolos y jeroglíficos que vemos a menudo en las naves ovoides de los monjes aing-tii. Creemos que podrían servir de indicadores de linaje o de estatus, en vez de indicar un rango militar.

Legorburu rompió el asombrado silencio de los comandantes.

—Desde que entraron en el Brazo Tingel, los yuuzhan vong se han estado desplazando de forma oblicua hacia el Núcleo. El ataque a Obroa-Skai podría significar el inicio de una incursión en el Borde Medio, pero sería prematuro realizar especulaciones al respecto.

—Pues más nos vale empezar a especular —gruñó A’baht—. No podemos quedarnos eternamente a la defensiva.

Legorburu enganchó un dedo en el cuello del uniforme y prosiguió.

—Si los yuuzhan vong siguen con su rumbo actual, sin desviarse de forma significativa de esta elipse, pasarán rozando la Constelación Hapes, y quizá Kashyyyk. Pero el Sector Meridian y los espacios hutt, bothawui, rodiano y ryloth están casi en su camino.

A’baht miró en torno suyo por la sala.

—¿Realmente hay alguien que crea que los yuuzhan vong están sólo de paso, destruyendo mundos y sacrificando pueblos? —nadie respondió, y él añadió—: ¿Qué opciones tenemos si se acercan al Núcleo?

Nylykerka dirigió el holoproyector para mostrar la disposición de las flotas principales.

—El almirante Pellaeon ha ordenado a sus naves que regresen al Remanente Imperial para protegerlas de la invasión. Hay elementos de las Flotas Tercera y Cuarta por toda la Vía Hydiana y la Ruta Comercial Perlemiana. Gran parte de la Segunda Flota está situada en el sector más cercano al núcleo de la Constelación Hapes, cerca de Borleias. También hay elementos de la Primera y de la Quinta en Coruscant, Kuat, Chandrila, Commenor y Fondor.

—La disposición y el potencial de nuestra flota no nos llevarán muy lejos —dijo Sovv al cabo de un momento—. Es más importante que sepamos algo de los yuuzhan vong como especie. ¿A qué clase de seres nos enfrentamos exactamente?

Legorburu miró los rostros de las pantallas.

—Bueno, doctora Eicroth, quizá quiera usted aclarar la pregunta del almirante.

El holograma de Joi Eicroth hacía justicia a su resplandeciente belleza de melena rubia. Brevemente casada con el almirante Drayson, seguía trabajando con él como agente de Alfa Azul, una agencia secreta del Servicio de Inteligencia de la Nueva República. Había sido de las primeras en contemplar una Qella recuperada en Maltha Obex, y actualmente formaba parte del equipo de xenobiólogos encargado de trazar un perfil de los yuuzhan vong.

—Básicamente, tratamos con una especie casi humana —dijo Eicroth—. Tanto externa como internamente… exceptuando, por el momento, a las tropas de invasión reptiloides semi-racionales que los yuuzhan vong emplearon en Dantooine, Garqi e Ithor. Esto lo sabemos gracias a que el Maestro Jedi Luke Skywalker no sufrió efectos secundarios tras ponerse el casco de un coralita y un respirador orgánico yuuzhan vong. Pero los ejemplares en los que se han realizado autopsias presentan elementos desconcertantes.

La representación holográfica de tres yuuzhan vong apareció sobre la mesa luminosa, rotando lentamente mientras Eicroth continuaba hablando.

—Las distinciones que se pueden observar: la cabeza curiosamente alargada de éste, las costillas auxiliares de este otro o las marcas profundas realizadas en el torso de éste, pueden indicar la existencia de distintos grupos de linaje entre los yuuzhan vong. Es evidente que se someten a lo que deben de ser alteraciones físicas en extremo dolorosas para servir a algún ideal religioso o guerrero. En cualquier caso, la uniformidad de las desfiguraciones y marcas sugiere una compleja jerarquía social.

»Algo coherente con la naturaleza de la ciencia aplicada de los yuuzhan vong, que, por lo que se ha podido determinar, se basa exclusivamente en una forma de tecnología animada. El uso de biorreactores, neuromotores y armas biológicas es indicativo de una especie que concede gran importancia a la materia viva, en vez de a las innovaciones artificiales. Nosotros inventamos máquinas, ellos crean formas de vida que cumplen la misma función que las máquinas.

—¿Son fáciles de vencer? —pregunto A’baht por encima del murmullo de las distintas conversaciones.

—Son más altos y de mayor envergadura que la mayoría de los humanos —dijo Eicroth—. Son fuertes y en algunos casos esa fuerza se ve aumentada por armaduras vivientes. Pero las armas convencionales pueden matarlos y parece que también los sables láser Jedi. Sabemos que el polen del árbol bafforr es un alérgico para sus armaduras, pero aún tardaremos un tiempo en sintetizar una cantidad que pueda utilizarse de forma efectiva como arma o agente biológico. Aun así, cada encuentro nos ha proporcionado datos adicionales sobre sus puntos débiles… psicológicos, anatómicos y sociales.

Se hizo el silencio hasta que el comodoro Brand, ex comandante del crucero
Indomable
, de la Quinta Flota, y el más escéptico de los comandantes capitales, tamborileó en la consola con sus gruesos dedos.

—Llevo todo este tiempo aquí sentado, escuchando estos informes, y no dejo de preguntarme una cosa: ¿Qué quieren realmente de nosotros? ¿Es esto una guerra territorial, de recursos, religiosa o debida a alguna injusticia cometida en el pasado de la cual ni siquiera tenemos constancia? ¿Los yuuzhan vong nos consideran escoria, como hacía la Liga Yevethan Dushkan, o quieren nuestra energía vital, como los ssi-ruuk?

Cualquiera que pudiera estar formulando una respuesta se vio interrumpido por el técnico de comunicaciones.

—Señores —dijo, dirigiéndose a Sovv y a sus colegas—, tengo al director Scaur con un mensaje urgente que, según él, tiene que ser oído por todos.

Sovv murmuró una maldición.

—De acuerdo. Activen el aislamiento y conéctelo.

Un holograma de medio plano del director del Servicio de Inteligencia de la Nueva República apareció en el campo de contención sónica que tenían los comandantes.

—Almirante, acabo de recibir noticias de un incidente que tuvo lugar ayer por la mañana, hora estándar, en el Sector Meridian —comenzó el cadavérico Scaur—. Las buenas noticias son que el crucero ligero
Soothfast
se ha enfrentado y destruido a una nave enemiga cerca de Éxodo II. Hay noticias mejores: dos yuuzhan vong consiguieron escapar en una nave y han sido capturados con vida. Pero lo sorprendente es que los prisioneros han solicitado asilo político.

Sovv se apoyó en el respaldo, con sus redondeados ojos negros más vidriosos de lo normal, y contempló con asombro a A’baht y a Brand.

—Bueno, caballeros, parece que después de todo sabremos lo que buscan los yuuzhan vong.

Capítulo 9

—Siempre supe que tenías debilidad por los lujos —comentó Roa cuando Han y él subieron desde el taxi retropropulsor que les había llevado a la galería de la residencia Solo, situada en una de las barriadas más exclusivas del Distrito Administrativo.

—No te lleves a engaños —dijo Han—. Es más pequeño de lo que parece por fuera.

Roa subió a la galería y miró hacia abajo, y luego hacia arriba. Aunque el elegante apartamento estaba muy bien ubicado, había casi tantas plantas por encima como por debajo.

—Vaya, estás a apenas trescientos metros de la cumbre. Es casi el ático —sonrió a Han con picardía—. Deberías estar orgulloso de lo que has logrado. No creo que a ninguno de mis otros aprendices le haya ido tan bien como a ti.

—Es gracias a mi mujer —murmuró Han, avergonzado—. Su trabajo tiene muchos beneficios marginales.

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