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Authors: Elena Poniatowska

Tags: #Historico, Testimonio

La noche de Tlatelolco (8 page)

BOOK: La noche de Tlatelolco
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• Luis González de Alba, del
CNH
.

Yo creo que si en alguna de las veces que fuimos al Zócalo, el Presidente sale al balcón y le hace frente a la multitud, a pesar de las porras injuriosas, los insultos, la violencia, los «muera», habría logrado dividir y se hubiera ganado a muchos compañeros. Los jóvenes son mucho más dúctiles de lo que se cree y les hubiera impresionado este gesto. Aquí en México los gestos son siempre significativos; la mano tendida, la bandera a media asta, etcétera. Pero le faltó salir al balcón. Yo siempre sostendré que al presidente lo aconsejan sus peores enemigos.

• Leonor Vargas Patrón, maestra normalista.

En vez de decir que el rencor no anida en su pecho y las ofensas no le hacen mella ¿no hubiera sido mejor hablarles a los estudiantes desde su balcón?

• Alicia Sarmiento de Gómez, madre de familia.

Después de pasarnos todo el día en una brigada, me daba risa y coraje regresar a
CU
y asistir a una asamblea para oír los piques entre grupos y ver que los cuates tardaban cinco horas en sacar una pinche resolución. Nosotros salíamos a brigadas y nos dábamos en la madre con la raza. Los teóricos no salían a brigadas; se quedaban encerrados cotorree y cotorree nomás perdiendo el tiempo. Hablaban, por ejemplo, de los presos políticos. Nosotros, los brigadistas comenzamos a entender lo que eran los presos políticos cuando nos empezaron a perseguir sin que estuviéramos haciendo nada ilegal… A nivel de base, todos éramos amigos: Poli,
UNAM
, Chapingo. Pero en el
CNH
, que maoístas, que trotskos, que espartortas, que los «peces» [PC], ¡qué desmadre! Yo era de la base y sé que nosotros hubiéramos aceptado el diálogo con el que fuera y el
CNH
, no, que no se podía aceptar el diálogo con ningún funcionario que estuviera en la represión. ¡Si el gobierno entero era la represión! En las asambleas se aventaban peroratas de más de una hora sobre Althusser, Marx y Lenin pero no decían lo que a la raza le interesaba.
Qué vamos a hacer mañana
. ¡Puras jaladas! Estaban derrotados por principio porque eran teóricos y se la pasaban explicándonos por qué el gobierno no podía resolver el pliego petitorio. ¡Y es que en la
UNAM
, hay cada escuelita! En Ciencias Políticas, esa pinche escuelita, hay muchos priístas. Allí los chavos piensan que van a ser diplomáticos, diputados y que pueden llegar hasta a ser presidentes. ¡No me lo diga, sírvamelo! En la Facultad de Derecho, todos son presidentes en potencia. Eso sí, en los primeros años son chavos muy revolucionarios, pura pantalla; manejan un lenguaje que olvídate, que la tecnocracia, la humanización de la ciencia, el-arte-la-ciencia-la-técnica-al-servicio-del-pueblo, y demás madres. En esos años tienen una formación marxista leninista a muerte y al final no son más que unos pinches burócratas porque ni en Economía ni en Derecho ni en Ciencias Políticas, ni en Filosofía y Letras ni en Humanidades van a resolver problemas concretos del país… Dirigentes con esa formación hablaban mucho y yo tenía ganas de darles hasta por debajo de la lengua, porque me parecía que tenían un papel negativo en el Movimiento.

• Salvador Martínez de la Roca,
Pino
, del Comité de Lucha de la Facultad de Ciencias de la
UNAM
.

Yo vivo en Ciudad Sahagún y todos los días vengo en camión de segunda, México-Teotihuacán-Otumba-Apan-Calpulalpan y ramales, y salgo de mi casa a las cinco de la mañana para estar a las siete en la Vocacional 1, la que está en Peluqueros y Orfebrería. Todos los días mis papas me dan doce pesos para mis camiones, cinco de ida y cinco de vuelta —porque el de primera cuesta seis cincuenta— y dos para movilizarme aquí en la ciudad. Cuando por primera vez me enteré del Movimiento Estudiantil fue porque no pude presentar pruebas finales de matemáticas, física, química, taller de electrónica, dibujo, tecnología y demás y me dio harto coraje porque sabía mis materias. ¡Huelga! Cerraron la escuela. Pensé regresar pronto —porque todo esto sucedió la segunda semana de agosto— pero mi papá no me dejó venir de Sahagún: «¡Muchachos revoltosos!». Ya mi jefe había oído por radio que era puro revoltijo. No me dio para los pasajes y ni modo. Todos mis amigos fueron a los mítines de la Vocacional, murieron dos y de mi salón —segundo de Vocacional— metieron como a cuatro a la cárcel, entre ellos a Luna que nos contó después que a él le tocaron muchos garrotazos… Mi papá me dijo: «¡A mí todo me ha costado demasiado trabajo para que tú vayas a México a andar de vago!». Mi papá es obrero de la Constructora Nacional de Carros de Ferrocarril.

• Andrés Montano Sánchez, estudiante de Ciencias Físico-Matemáticas de la Vocacional 1.

Es difícil que el gobierno dé solución a las demandas. El gobierno siempre ha dicho: «No nos presionen y concederemos las demandas que además nos parecen justas». Esto mismo les dijeron a los médicos en 1965 «Regresen a sus hospitales, atiendan a sus enfermos —es criminal no atender a los enfermos—, y como tienen razón en sus peticiones de elevación de salarios, cuando estén ustedes otra vez en sus puestos, les aumentaremos su salario». Volvieron al hospital y ¿qué pasó? Los dirigentes fueron encarcelados, hubo ceses, despidos en masa, vigilancia policiaca y mayor control de los hospitales. ¿Y Vallejo? Si levanta su huelga de hambre puede que salga libre. ¿Y la huelga de hambre en diciembre de 1969 en Lecumberri? Si la suspenden saldrán los presos por los disturbios de 1968. Pero nada de presiones, nada de presiones. El gobierno no actúa bajo presión, el gobierno nada concede si se hacen mítines, manifestaciones… Paciencia, paciencia, y entonces quizá sí… puede que… a lo mejor… El gobierno sabe ser generoso con los que esperan… ¿No es eso lo que les aconsejan a los que quieren hacer carrera política? Aguante amigo, aguante… Apechugue con todo… Aguante, aguante…

• Isabel Sperry de Barraza, maestra de primaria.

El Gobierno de la República está en la mejor disposición de recibir a los representantes de los maestros y estudiantes de la
UNAM
, del
IPN
y de otros centros educativos vinculados al problema existente, para cambiar impresiones con ellos y conocer en forma directa las demandas que formulen y las sugerencias que hagan, a fin de resolver en definitiva el conflicto que ha vivido nuestra capital en las últimas semanas y que ha afectado en realidad, en mayor o menor grado, a todos sus habitantes.

• Luis Echeverría, Secretario de Gobernación, 22 de agosto de 1968.

A LA OPINIÓN PÚBLICA:

Los doscientos cincuenta mil estudiantes y maestros en huelga por la consecución de nuestro pliego petitorio de seis puntos, hemos conocido de la iniciativa del Poder Ejecutivo para resolver este conflicto que tanto afecta a todo el país y en especial a nosotros los estudiantes y maestros.

Confiamos en que ahora el diálogo público en el que desde un principio hemos insistido no sea de nuevo rehuido, y que para ello el Poder Ejecutivo designe a los funcionarios que considere competentes para llevarlo a cabo con los únicos representantes de los estudiantes y maestros: Consejo Nacional de Huelga y Coalición de Maestros de Enseñanza Media y Superior Pro-Libertades Democráticas, respectivamente.

A la mayor brevedad posible, el Gobierno de la República tiene la obligación de solucionar este problema y para ello debe fijar lugar, fecha y hora para iniciar las pláticas con la única condición de que sean públicas.

[Firman muchas escuelas tecnológicas del
IPN
, la 2, la 3, la 4, la 6, la 7, las Vocacionales 1, 2, 4, etcétera, muchas escuelas de la
UNAM
, la Universidad Iberoamericana, La Esmeralda, el Conservatorio, la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, la Academia Mexicana de la Danza del INBA y finalmente la Universidad Veracruzana.]


El Día
, 23 de agosto de 1968.

—¿Qué una llamada telefónica puede considerarse diálogo público?

• Discusión de cinco horas en el seno de una Asamblea del
CNH
y la base en el Auditorio de Filosofía y Letras.

DIÁ-LO-GO-DIÁ-LO-GODIÁ-LO-GO-DIÁ-LO-GO-DIÁ-LO-GO-DIÁ-LO-GO-

• Coro en las manifestaciones.

Hace cincuenta años que el gobierno monologa con el gobierno.

• Roberto Escudero, delegado de la Facultad de Filosofía y Letras ante el
CNH
.

En las sesiones, los universitarios se sentían obligados a politizar a los politécnicos. Explicaban tendencias filosóficas, tácticas revolucionarias, métodos de convencimiento. No hablaban de la próxima manifestación sino de Lenin, Marcuse, la pugna chino-soviética, el imperialismo y otros temas que ponían a la mayoría de los delegados al borde del estallido. Los politécnicos querían obtener la satisfacción de las demandas, eso y nada más, y los universitarios, sobre todo el ala de Humanidades, querían demostrar que el gobierno era rígido, reaccionario y que la tarea del
CNH
era hacerle ver al Movimiento Estudiantil esta realidad y enfrentarlo a ella.

• Gustavo Gordillo, del
CNH
.

Ya no tenía nada que hacer, entré a mi recámara, me desvestí y tomé un libro para leer un rato. La cama era demasiado blanda y tardé en calentarme, porque no encontré la maldita piyama. Abrí
El hombre unidimensional
y llegué hasta la página cinco. Con lo que me había aburrido
Eros y civilización
y ahora tener que leer otro libro de Marcuse, todo porque a Díaz Ordaz se le había ocurrido hablar de «los filósofos de la destrucción…».

• Luis González de Alba, del
CNH
.

Bien concretito.

• Petición, que se hizo famosa, del físico-matemático Raúl Álvarez Garín, del
IPN
, que se desesperaba ante las interminables disquisiciones del ala de Humanidades, Ciencias Políticas y Derecho de la
UNAM
.

—¿Por qué llegaste tan tarde anteanoche?

—Porque hicimos una pinta.

—¿En dónde pintaron?

—En el Palacio…

—¿En el Palacio de Hierro?

—No, allí no.

—Entonces, ¿en cuál palacio?

—En Palacio.

—¿En Palacio Nacional?

—Sí.

—¡Por Dios!, ¡están locos de remate! ¡Los pueden matar! ¿Qué les pasa? Están totalmente virolos…

—Somos inmortales… Además todo lo tenemos rebién estudiado, la hora, quién echa aguas, el coche andando, la cantidad de pintura, tú olvídate mi vieja que pa' pintas, somos
expertazos
.

—Ay, no es cierto, no te creo. Pero ¿quién les dijo que hicieran eso?

—Por ai, por ai…

—Y anoche, ¿qué hiciste? También llegaste tardísimo…

—¡Ah!, anoche fuimos al Capri…

—¿Al Capri? ¿A qué?

—Por puntada. Es una tumba aquello, puros muertos haciendo que se divierten, puras calacas brindando y un pinche show del año del caldo, gachísimo… íbamos con tres cuentos y nos pelamos Oswald, Javier y yo sin pagar la cuenta. Se lo merecen por tarados…

—Ay Jan, se están muriendo muchachos, hay desaparecidos, suceden cosas muy graves y tú una noche haces una pinta y a la otra vas al Capri y te sales sin pagar. ¿Qué les pasa? De veras, están locos…

—No mana, así es esto. ¡Son ondas que nos entran!

• Jan Poniatowski Amor, estudiante de la Preparatoria Antonio Caso.

Un estudiante de 19 años de edad —Luis González Sánchez— perdió la vida a manos de un policía, el 17 de noviembre de 1968, por el delito de ser sorprendido pintando propaganda del Movimiento en una pared, cerca del Periférico.


Excélsior
, 18 de noviembre de 1968.

Yo nunca he pensado realmente en Zapata como en un símbolo estudiantil, un emblema. Zapata ya está integrado a la ideología burguesa; ya se lo apropió el PRI. Quizá por eso, en un principio, en nuestras manifestaciones escogimos al Che. ¡El Che nos unía también a todos los movimientos estudiantiles del mundo!… Tampoco pensamos jamás en Pancho Villa. ¡Ése ni siquiera nos pasó por la cabeza!

• Claudia Cortés González, estudiante de Ciencias Políticas de la
UNAM
.

CHE-CHE-CHE-GUEVARA-CHE-CHE-CHE-GUEVARA-CHE-CHE-CHE-

• Coro en las manifestaciones.

Cuando la URSS invadió Checoslovaquia me sentí flotar en el aire. ¿En quién poder creer ahora?

• Óscar Hidalgo Estrada, estudiante de la Facultad de Derecho de la
UNAM
.

LIBROS SÍ, GRANADEROS NO

• Manta en la Manifestación del Silencio, viernes 13 de septiembre de 1968.

Había que llegar al Zócalo; teníamos que desacralizar el Zócalo, y lo logramos, tres veces.

• Salvador Martínez de la Roca,
Pino
, del Comité de Lucha de la Facultad de Ciencias de la
UNAM
.

ÉSTOS SON LOS AGITADORES: IGNORANCIA, HAMBRE Y MISERIA

• Manta en la Manifestación del Silencio, viernes 13 de septiembre de 1968.

Cuando empezó el Movimiento, las cinco escuelas en apariencia más radicales eran: Ciencias Políticas, Economía, Filosofía, Colegio de México y Chapingo… En el
CNH
los llamábamos «los acelerados»… Pero todos los del Poli, eso sí, estaban aceleradazos.

• Gustavo Gordillo, del
CNH
.

En física, todo está sujeto siempre a comprobación. Ninguna teoría es jamás definitiva. Y ustedes chavos se la pasan diciendo pinchemil cosas como si fueran verdades absolutas; «que estamos haciendo la Revolución», «que la clase obrera está con nosotros», puras jaladas que la raza no cree… Ustedes los del
CNH
, nomás la riegan…

• Salvador Martínez de la Roca,
Pino
, del Comité de Lucha de la Facultad de Ciencias de la
UNAM
.

El Movimiento despertó grandes simpatías sobre todo en la clase media, porque la masa estudiantil, sobre todo la de la Universidad, proviene principalmente de la clase media.

• Francisco Rentería Melgar, economista.

El apoyo fuerte lo podían dar los trabajadores de los gremios más importantes del país y hacia ellos enfocamos nuestras baterías. Diariamente se daba a los brigadistas la consigna: «ir a la clase obrera», pero al acercarnos a ella chocamos frontalmente con la muralla del sindicalismo charro, que impedía la movilización de los trabajadores. Entonces nos dispusimos a cambiar esa realidad y a impulsar la organización de los obreros en gremios independientes.

BOOK: La noche de Tlatelolco
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